viernes, 12 de diciembre de 2008

Trauma Escrotal


Las laceraciones superficiales sólo requieren debridación y sutura.Las contusiones pueden provocar hematoma local y equimosis, y el manejo es conservador sintomático, con analgésicos y suspensión escrotal. Se debe descartar la rotura testicular.En las avulsiones del escroto, en que los testículos y los cordones espermáticos están intactos, se debe realizar un debridamiento quirúrgico, lavado con suero fisiológico y vacuna antitetánica, para luego proteger los testículos colocándolo en los tejidos subcutáneos de los muslos. La reconstrucción tardía puede efectuarse con un injerto de piel o un colgajo de muslo.


Trauma Testicular
La contusión de los testículos causa dolor intenso y, a menudo, náuseas y vómitos.Los testículos pueden estar rodeados por un hematoma, lo que hace difícil evaluar sus bordes. Para definir la rotura testicular, se utiliza la ecografía; si se confirma la rotura, se debe reparar quirúrgicamente suturando la albugínea con material irreabsorbible.


Trauma Peneano
La lesión más frecuente es la rotura parcial de los cuerpos cavernosos por falsa maniobra de coito; se presenta con dolor y hematoma. Se debe instaurar tratamiento quirúrgico de inmediato, suturando la túnica albugínea, con material irreabsorbible.La avulsión de la piel del pene suele ocurrir por accidentes laborales con maquinaria. Se debe realizar aseo, debridamiento, vacuna antitetánica, y se realiza injerto de piel en forma diferida.La amputación de pene es excepcional. Se deben debridar los bordes, cerrar los cuerpos cavernosos y realizar una uretroplastía.En las lesiones peneanas en que se sospecha un posible daño uretral, se debe realizar una uretrografía.

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